Native plant essential oils on the world market

Aceites esenciales de plantas nativas abastecen el mercado mundial de perfumería y cosmética

El proyecto utiliza los aceites de las plantas locales para aplicarlos en el campo de la aromaterapia.

Por Ismael Tebes / @ismatebes

Desde el emprendimiento Hierbas Patagónicas, el ingeniero industrial Sergio Sepiurka reconoce el valor de lo propio; de utilizar los recursos que ofrece la naturaleza a partir del concepto de que exportar no es una misión imposible. Con su base en Esquel, el proyecto que impulsa junto al ingeniero agrónomo Héctor Menoyo produce desde hace veinte años aceites esenciales que se extraen con un procedimiento de destilación por arrastre de vapor de agua.

“Iniciamos en los 90 cuando la Universidad se incorporó a un proyecto que estudiaba el uso de las materias vegetales de la Patagonia para buscar nuevos ingredientes. Después se construyó un destilador experimental y uno industrial”. Y en este aspecto, resaltó la tarea del Instituto de Biotecnología Esquel, que presta servicios a productores de la zona, con una veintena de emprendedores en proceso de innovación.

El punto de partida

La base de los pinos Ponderosa y Oregón, cuyas especies proliferan en la zona es el punto de partida. “Aprovechamos los restos de poda que supone un riesgo en materia de incendios para producir un aceite que quizás no sea originario de acá porque son plantas nativas de América del Norte pero que en la zona tiene un aroma distintivo. Después de perseverar durante muchos años es conocido a nivel internacional como Pino de Patagonia en el campo de la aromaterapia”.

Y explicó que esta especialidad ha evolucionado en el tiempo luego de ser restringida y ser considerada una especia de “ciencia oculta” con una demanda en alza que se acompaña en este caso desde la Cordillera Chubutense. “Se genera trabajo para los propietarios de las forestaciones que disminuyen sus costos; para cosecheros y transportistas y la Universidad que presta el servicio de destilación y certificación”.

El proceso de producción se realiza integralmente, desde la obtención de la materia vegetal en el campo hasta la exportación de los aceites. “La planta de la Universidad está en Esquel. Durante el último año, en plena pandemia, nuestra empresa terminó de construir un equipo propio que es móvil y que va a estar en funcionamiento en la segunda mitad de este año”.

 

Explicó que se utiliza una cuba de acero inoxidable donde las plantas son dispuestas en su interior trabajándose sobre la parte verde de las ramas de los pinos y el follaje de plantas nativas. “A partir de vapor se desprenden las esencias volátiles, salen mezcladas con vapor de agua y se condensan para volver la mezcla al estado líquido. Por tener diferente densidad, el aceite queda sobrenadando y se hace un proceso de separación física. La sensación es la misma que cuando la mano rompe las glándulas de una plata y se percibe que los aromas se volatilizan. Eso mismo sucede dentro de la cuba”. Sepiurka aclaró que se obtiene un bajo rendimiento de aceite ya que sobre un estimado de 400 a 500 kilogramos de agujas de pino finamente cortadas se obtiene apenas un litro de aceite. “Hay mucha gente involucrada y de forma variable porque hay mucha gente que trabaja temporaria por la cosecha, suele haber entre diez y quince personas involucradas” dijo el emprendedor quien resaltó el potencial y la expansión inclusive de los propios proveedores de material vegetal.

Registro sureño

“La perfumería es un capítulo antiguo y tradicional en constante evolución ya que hace referencia a uno de los sentidos más importantes del ser humano. Los grandes perfumistas tienen registros en su cerebro de hasta 2.500 notas aromáticas. Ellos combinan entre 40 y hasta 200 esencias o notas en cada composición y por supuesto la variedad es infinita. Cuando se suma un nuevo ingrediente es porque este les mueve el amperímetro”, dijo Sepiurka en diálogo con el programa “Face Cero”, de Cadena Tiempo Comodoro.

Y remarcó la potencialidad de los aceites patagónicos como la revalorización de los mercados que dejaron de lado lo sintético y apuestan a la diferenciación de la perfumería de nicho o de autor a través de materias naturales. “Estamos en un mundo lleno de problemas pero también de oportunidades. Antes exportar era un “cuco” y en los últimos años se pueden hacer exportaciones de modo simplificado. Se pueden exportar desde pequeñas artesanías, obras de arte, productos gourmet y hay oportunidades que antes eran muy difíciles de imaginar”.

Finalmente resaltó los alcances de la virtualidad para el comercio en tiempos de pandemia; la vinculación con el comercio exterior como estrategia.

“Somos generadores de materias primas elaboradas y nuestros ingredientes se usan en todo el mundo y se pueden usar también a nivel local por lo que siempre estamos atentos a las inquietudes de posibles elaboradores de productos de cosmética y perfumería”, finalizó.#

Fuente: Diario Jornada Lunes 12 07 21